Si su propiedad se encuentra en una zona residencial, lo más probable es que una de nuestras luchas sea garantizar una saludable y vibrante relación entre los turistas y los residentes.
Aunque pueda parecer un obstáculo creemos que es posible crear una convivencia positiva, donde sus huéspedes puedan formar parte de la comunidad local basada en el respeto mutuo y el alojamiento responsable.
Para proporcionar este tipo de relación, usted – como anfitrión, es responsable de cómo su negocio afectará la vida del barrio y ciudad donde se encuentra.
Dicho esto, en este artículo hemos creado una guía para una buena convivencia vecinal.
1- Asegúrese de que su apartamento de uso turístico es legal y tiene licencia para evitar cualquier malentendido y problemas no deseados
Cada ciudad tiene sus regulaciones con respecto a los alquileres a corto plazo. Usted debe hacer su negocio legal, de acuerdo con las leyes de su ubicación. Asegurarse de que se cumplan estas regulaciones porque esto les permitirá a sus huéspedes sentirse bienvenidos y que sus vecinos sean tolerantes con su negocio.
2- Haga saber a los huéspedes que su propiedad se encuentra en la zona residencial
Como hemos mencionado anteriormente, es su responsabilidad, como propietario, hacer que los viajeros sean conscientes del espacio en el que se alojarán. Incluso antes del check-in, cuando envíe un correo electrónico de bienvenida o información, puede aprovechar esta oportunidad para presentar a sus invitados a la ubicación y sus alrededores.
Hágales saber que comparten un espacio único con la comunidad local, y por esa razón, deben respetarse mutuamente y también el espacio en el que conviven durante las vacaciones.
3- Crear reglas del alojamiento turístico.
Cada alojamiento turístico debe tener algunas reglas. Hacer que estén escritos e impresos y firmados por el huésped en el check-in es un proceso estándar.
En tales reglas, puede incluir:
- prohibición de fiestas
- no fumar en el edificio
- lugares para tirar la basura
- no está permitido hacer ruido fuerte
Dependiendo del edificio y de las necesidades de la comunidad vecina, puede agregar más reglas, que debe asegurarse de que están siendo conocidas y respetadas por los huéspedes.
Si su propiedad está certificada por WeRespecteste punto se completará al colocar en el mismo las etiquetas de compromiso con el medio ambiente y la comunidad vecinal.
4- Respetar las horas de descanso de los vecinos
Por lo general, el momento en que no se debería hacer mucho ruido es entre las 10 p.m. y las 8 a.m. Es el momento en que la mayoría de las personas descansan y duermen. Si desea proteger su propiedad de cualquier malentendido de ruido, puede optar por instalar Noise Alarm.
Este dispositivo le dará notificaciones en caso de que el nivel de ruido en su alquiler a corto plazo esté por encima del nivel aceptado y permiso para reaccionar antes de que el problema se desarrolle.
Si así lo desea, también podría disponer de un personal nocturno que acuda al apartamento para resolver el problema en caso de reiteradas alertas que los huéspedes no respondan, este servicio adicional es conocido como Alarm Assistant.
5- Si permite mascotas en su alquiler a corto plazo
Permitir que sus huéspedes compartan sus vacaciones con sus animales puede darle comentarios positivos y atraer a más huéspedes potenciales interesados en este tipo de alojamiento. Sin embargo, como anfitrión, debe informar a sus invitados que sus mascotas no pueden molestar a otros y que necesitan evitar que ensucien partes comunes del edificio.
6- Participa en tus asociaciones locales de vecinos
Como propietario de un alquiler vacacional, puede dar un paso adelante y formar parte de las asociaciones vecinales locales donde podrá tener contacto directo con los residentes. Allí podrá conocer las actividades organizadas en la zona del establecimiento, que podrá recomendar para sus huéspedes. Proporcionar así una experiencia única donde los viajeros pueden conocer desde el interior de la vida local.
Dar a sus huéspedes una experiencia única no es el único requisito del exitoso alquiler vacacional. Se trata de ser un anfitrión responsable que incluye las expectativas tanto de turistas como de vecinos. Nutrir a la comunidad local con la presencia de viajeros responsables puede traer comentarios positivos a los destinos turísticos.